La historia de Timberland comienza en 1952 con Nathan Swartz y la fábrica de zapatos Abington, situada en la región industrial de Nueva Inglaterra, en Estados Unidos. En 1973 la familia Swartz revoluciona la industria del calzado gracias a una idea realmente novedosa: soldar por inyección las suelas en vez de coserlas, a fin de que sean completamente impermeables. Para diferenciarse de sus competidores, la empresa diseña un modelo nuevo, confortable, impermeable y que se puede llevar en invierno como en verano: nace así la bota "Timberland". La bota amarilla se convierte instantáneamente en un clásico y un artículo indispensable en el mundo del streetwear. Sus rasgos de calidad, estilo, autenticidad y robustez se mantienen hoy en día a través de colecciones siempre acordes con nuestro tiempo y para satisfacción de todos y todas.
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